Hoy en día, los medios de comunicación constituyen una herramienta persuasiva que nos permiten mantenernos en continua comunicación con los distintos sucesos sociales, políticos y económicos tanto a escala nacional como internacional.
La rapidez y dramatismo con que los MCM (Medios de Comunicación para las Masas) se han ido incorporando en nuestra realidad, no nos dio tiempo para adaptarlos y adaptarnos. Ante ellos nos es difícil tomar una actitud serena: o nos aferramos a un mundo estático, pre-industrial; o nos desarraigamos por completo quedando a merced de las novedades o estímulos superficiales, e ignorando el pasado.
En las sociedades contemporáneas es cada vez mayor la importancia de los medios masivos y en particular de la televisión. Esta influye sobre la forma de actuar o de pensar de las personas, logra modificar la forma en que los hombres conocen y comprenden la realidad que los rodea. Se acepta como reales y se considera importante solo aquellos acontecimientos que muestran las cámaras de televisión.
La importancia de la televisión en el proceso de socialización de los chicos y jóvenes y de todos los integrantes de la sociedad están relacionadas con la calidad de los contenidos de los programas educativos, informativos y de entretenimientos que transmite y también de las publicidades que influyen en los hábitos de consumo de la población.
Esta es una característica del hombre posmoderno, que tiende a aferrarse a valores transitorios, débiles y superficiales. Esta es la razón por la cual abordamos este tema creyendo que la única manera que poseemos para no ser cómplices de esta oleada mediática es la información y la concientización sobre el tema.
Día a día y hora a hora estamos constantemente a mensajes desbordantes de comercialización a través de un sin fin de medios que nos buscan enrolar en sus objetivos y hacernos un blanco fácil de distraernos y lejos de cumplir los medios sus funciones de informar, entretener y educar, se olvidan de eso para dar paso únicamente a ser medios difusores de mensajes cargados de seducción para mentes frágiles en su mayoría y hacernos tomar una conducta como la que ellos necesitan.
Es así como vemos que por ejemplo las radios con más Raiting son las que programan música comercial, popular, raggeton, dejando un lado por ejemplo una radio como Fabustereo con una programación más selecta donde la música que transmite son piezas clásicas para gustos más exigentes, conocedores, de un status o con una cultura diferente y que no adopta los modelos comerciales que consumen hoy en día los jóvenes.
Por su parte la televisión esta llena de canales que no programan más que series o películas, pero pocos se sientan a disfrutar una película corta de presupuesto y sin actores famosos de otra parte del mundo que no sea de Estados Unidos, esto también lo ligamos al cine pues en su mayoría vemos los días de estreno de una película los cines abarrotados por semanas mientras que pocos asisten a festivales de cine como Icaro y Eurocine, ya que este tipo de cine es más selecto, teniendo experiencia de cuando personas hablan de una película con actores reconocidos y presupuestos millonarios hago la pregunta si han visto el film guatemalteco “El silencio de Neto” y solo la minoría contesta que si.
Cuando vamos adquiriendo y adoptando todo lo que vemos y percibimos en los medios, no nos damos cuenta que nuestra actitud va moldeándose y adoptando supuestos básicos que se reflejan en un comportamiento de consumo y populista dejando por un lado lo selectivo, lo interesante, lo cultural, por cosas que no valen la pena y que nos vuelven mecanismos predecibles y nos dan lo que queremos, lo ponen cerca y sencillamente caemos.
Estuve en el lanzamiento de la película LA ISLA, archivos de una tragedia, cuando fui por las entradas que eran gratis, muchas de las personas que estaban en la fila para recibir sus entradas eran extranjeras, hasta me aclararon que las entradas eran gratis y que estaba prohibida venderlas, la gente encargada de repartirlas no creía que a mi me llamaba la atención ver el film y pensaron que quería entradas para sacarles beneficios económicos, el día de la proyección la Gran Sala Miguel Ángel Asturias del Teatro Nacional.
Como comunicadores debemos hacer nuestra labor pero no perder de vista un enfoque donde proyectemos una identidad, que la gente no adopte modelos si no ejemplos de cultura, esto nos hará mejores profesionales y contribuiremos a nuestra nación para que no siga una moda, si no cree un concepto y una filosofía de vida, sin alienaciones.
Por Luis Alberto Alvarado Maldonado/200215396
La rapidez y dramatismo con que los MCM (Medios de Comunicación para las Masas) se han ido incorporando en nuestra realidad, no nos dio tiempo para adaptarlos y adaptarnos. Ante ellos nos es difícil tomar una actitud serena: o nos aferramos a un mundo estático, pre-industrial; o nos desarraigamos por completo quedando a merced de las novedades o estímulos superficiales, e ignorando el pasado.
En las sociedades contemporáneas es cada vez mayor la importancia de los medios masivos y en particular de la televisión. Esta influye sobre la forma de actuar o de pensar de las personas, logra modificar la forma en que los hombres conocen y comprenden la realidad que los rodea. Se acepta como reales y se considera importante solo aquellos acontecimientos que muestran las cámaras de televisión.
La importancia de la televisión en el proceso de socialización de los chicos y jóvenes y de todos los integrantes de la sociedad están relacionadas con la calidad de los contenidos de los programas educativos, informativos y de entretenimientos que transmite y también de las publicidades que influyen en los hábitos de consumo de la población.
Esta es una característica del hombre posmoderno, que tiende a aferrarse a valores transitorios, débiles y superficiales. Esta es la razón por la cual abordamos este tema creyendo que la única manera que poseemos para no ser cómplices de esta oleada mediática es la información y la concientización sobre el tema.
Día a día y hora a hora estamos constantemente a mensajes desbordantes de comercialización a través de un sin fin de medios que nos buscan enrolar en sus objetivos y hacernos un blanco fácil de distraernos y lejos de cumplir los medios sus funciones de informar, entretener y educar, se olvidan de eso para dar paso únicamente a ser medios difusores de mensajes cargados de seducción para mentes frágiles en su mayoría y hacernos tomar una conducta como la que ellos necesitan.
Es así como vemos que por ejemplo las radios con más Raiting son las que programan música comercial, popular, raggeton, dejando un lado por ejemplo una radio como Fabustereo con una programación más selecta donde la música que transmite son piezas clásicas para gustos más exigentes, conocedores, de un status o con una cultura diferente y que no adopta los modelos comerciales que consumen hoy en día los jóvenes.
Por su parte la televisión esta llena de canales que no programan más que series o películas, pero pocos se sientan a disfrutar una película corta de presupuesto y sin actores famosos de otra parte del mundo que no sea de Estados Unidos, esto también lo ligamos al cine pues en su mayoría vemos los días de estreno de una película los cines abarrotados por semanas mientras que pocos asisten a festivales de cine como Icaro y Eurocine, ya que este tipo de cine es más selecto, teniendo experiencia de cuando personas hablan de una película con actores reconocidos y presupuestos millonarios hago la pregunta si han visto el film guatemalteco “El silencio de Neto” y solo la minoría contesta que si.
Cuando vamos adquiriendo y adoptando todo lo que vemos y percibimos en los medios, no nos damos cuenta que nuestra actitud va moldeándose y adoptando supuestos básicos que se reflejan en un comportamiento de consumo y populista dejando por un lado lo selectivo, lo interesante, lo cultural, por cosas que no valen la pena y que nos vuelven mecanismos predecibles y nos dan lo que queremos, lo ponen cerca y sencillamente caemos.
Estuve en el lanzamiento de la película LA ISLA, archivos de una tragedia, cuando fui por las entradas que eran gratis, muchas de las personas que estaban en la fila para recibir sus entradas eran extranjeras, hasta me aclararon que las entradas eran gratis y que estaba prohibida venderlas, la gente encargada de repartirlas no creía que a mi me llamaba la atención ver el film y pensaron que quería entradas para sacarles beneficios económicos, el día de la proyección la Gran Sala Miguel Ángel Asturias del Teatro Nacional.
Como comunicadores debemos hacer nuestra labor pero no perder de vista un enfoque donde proyectemos una identidad, que la gente no adopte modelos si no ejemplos de cultura, esto nos hará mejores profesionales y contribuiremos a nuestra nación para que no siga una moda, si no cree un concepto y una filosofía de vida, sin alienaciones.
Por Luis Alberto Alvarado Maldonado/200215396
